martes, 24 de febrero de 2009

Responsabilidades y equilibrios


En muchos aspectos, la vida es una sucesión de juegos de equilibrios. Contínuamente nos encontramos con situaciones en las que barajando varias opciones contrapuestas, tenemos que decantarnos por la solución intermedia.

Es el pan nuestro de cada día, vivir en una casa grande, lo más grande que se pueda; pero que la pueda pagar con mis ingresos.... Disfrutar de la vida, hacer viajes y salir de cena; pero a la vez ir guardando algo de dinero por si vienen tiempos peores.

En cuestiones laborales sucede algo similar y concretamente, hay una cuestión sobre la que llevo un tiempo reflexionando, que me inquieta y que no veo nada clara. Es más, a mi entender; el Sistema de Producción Toyota, (TPS) nos da una de cal y otra de arena, sobre el mismo tema. Se trata del alcance de la responsabilidad del trabajador, dentro de un sistema productivo. Trataré de explicarme mejor, para que todo el mundo pueda entender la idea que trato de transmitir.

Por ejemplo, en una cadena de producción de un proceso de fabricación: los productos van avanzando por diferentes estaciones o puestos de trabajo en las que los trabajadores van aportando valor. Ya sea añadiendo más piezas al producto o apretando un simple tornillo. ¿Pero cómo garantizamos la calidad de nuestro producto?. ¿Cómo aseguramos que lo que llega a nuestro cliente es perfecto?.

Hay varias vías, la más evidente sería la revisión 100% de todas las características de los productos fabricados. Evidentemente es prácticamente imposible ya que una inspección de este tipo, repercutiría en unos costes altísimos. La segunda vía podría consistir en llenar la cadena de producción de poka-yokes y sistemas jidoka. Continuando con nuestro ejemplo, se podría instalar en la máquina apretadora, un detector del par de apriete que impidiese el avance del producto a otra estación, si el tornillo no se ha apretado correctamente. Sería posible garantizar todas las características de nuestros productos, pero aumentaríamos el ratio de paradas de la instalación, consecuentemente el número de operadores de mantenimiento. El tiempo de desarrollo e intalación de estos sistemas no es corto, porque en muchas ocasiones requiere de imaginación y prueba y error.

Es aquí donde entra en juego la tercera vía, la responsabilidad del trabajador sobre su propio trabajo. ¿Hasta dónde debería llegar esta responsabilidad?. ¿Es conveniente darle al trabajador esta responsabilidad y asumir los posibles defectos?. ¿Qué consecuencias tendrían los fallos, sobre el propio trabajador?. Es posible que muchas personas se sintieran más valoradas teniendo una mayor responsabilidad, pero no todo el mundo quiere esta mayor responsabilidad.

No sé si se logrará, pero me gustaría contar con la opinión de algún profesional de los rrhh, que nos diera su punto de vista. Yo no tengo la solución, así que como en la vida, lo más lógico me parece que es buscar el equilibrio.

9 Comments:

Anónimo said...

La solución la veo en el diseño, desde el origen, como es realizar los diseños de tal forma que no pueda hacerse mal.
Un ejemplo, son las bocas de las botellas de gases comprimidos, no hay forma de roscar una toma a un gas que no sea el correspondiente.
Así se evitan accidentes, sorpresas e incidentes.
Saludos majo, que hace tiempo que no te leía

Anónimo said...

El operario siempre debería de asumir su responsabilidad sobre la operación. No se contrata a alguien con unas determinadas competencias, se le forma y adquiere experiencia para que luego "haga lo que pueda". Para mi debería de existir 4 elementos a cumplir para asegurar operarios capaces y motivados:
1.- Intervención directa de la línea jerárquica en la contratación de personal.
2.- Inclusión en los sitemas de contratación de cláusulas contractuales en las que el operario asuma legalmente su responsabilidad para con la empresa.
3.- Sistema de premios / castigos en forma de retribución variable premiando el buen hacer y castigando la falta de responsabilidad injustificada del operario.
4.- Establecer una trayectoria profesional del trabajador en función de sus resutlados que sería revisada y consensuada anualmente, por ejemplo.
Lo que no se puede hacer en tiempos de crisis es "vivir al calorcillo" de los demás y dejar que pase el tiempo sin que nos afecte demasiado "a ver si las cosas se arreglan sólas". Creo que hay que "arrimar el hombro" ser productivos/competitivos y prepararnos para lo peor siendo los mejores. Hay que aprovechar la oportunidad de esta crisis para progresar más. Al final sólo los fuertes sobrevivirán.
Perdón, creo que me ha salido un poco "hardcord" este comentario, pero es lo que pienso.

Senior Manager said...

En mi empresa la responsabiliad es compartida entre el operario, su supervisor y el departamento de calidad... en donde se cuida mucho la formación y los entrenamientos para tratar de evitar cualquier fallo... Como dije no depende de uno, sino de varios factores.
SM

Anónimo said...

El que diga que hay que castigar a un operario por sus equivocaciones es que nunca ha trabajado de operario.
La formación es fundamental, la motivación igualmente, pero lo que se debe premiar o castigar es la actitud y las capacidades de una persona. No los errores.

Las personas no somos máquinas y cometemos errores.
Si alguien piensa que él no, que pruebe a realizar una operación 500 veces seguidas, como por ejemplo leer una frase. Estoy seguro que no llega a 50 sin confundirse. Luego tratad de imaginar realizar la misma operacion 500 veces al día durante todo un año.

ErZorro said...

A las personas hay que exigirles responsabilidad por sus acciones, ya sea en el trabajo ó fuera de él. Pero para ello, es necesario formarles de forma continua.
En la mayoría de empresas se considera la formación y capacitación de los trabajadores como una pérdida de productividad y se utiliza la frase de "aquí se aprende trabajando".
Respecto a lo que dice Anónimo, el punto 2 ("Inclusión en los sitemas de contratación de cláusulas contractuales en las que el operario asuma legalmente su responsabilidad para con la empresa") no es aplicable porque no podrías tomar ninguna acción legal. No creo tampoco que haya muchos comités de empresa dispuestos a firmar esas cláusulas.

Anónimo said...

El cero fallo es una utopía de coste infinito por la que el consumidor no va a pagar. Hay un punto a partir del cual no vas a ser especialmente más competitivo por hacer menos fallos, pensando en terminos económicos de la tríada inversión vs ventas vs costes. Lo único importante es tener los sistemas implementados que garanticen una adecuada decisión en términos económicos.

Pilar Jericó said...

Creo que junto con lo mencionas añadiría los estilos de liderazgo. No es lo mismo gestionar personas pensando que son prolongaciones de las máquinas que hacerlo buscando que éstas aporten e innoven.
Un saludo

intoku said...

Hola loco de la mejora continua (Kaizen). Últimamente estoy volviendo a poner las narices en el blog... ¿sigue esto vivo verdad?

intoku said...

Vamoooosss!!! Ni para saludar?

Estás en twitter al menos??

© New Blogger Templates | Webtalks