La empresa: dirección y gemba

Es posible dividir una empresa en 2 partes bien diferenciadas pero íntimamente relacionadas entre sí. Por un lado estaría el gemba que suministraría el producto o el servicio para satisfacer al cliente; y por otro lado la gerencia o la dirección, que se encargaría de formula estrategias y desplegar políticas y objetivos para lograr las metas del gemba.

Hasta este momento, en diferentes post; hemos tratado de dejar claro que para conseguir la plena satisfacción del cliente, debemos de aportarle los productos o servicios con la mayor calidad, a un precio competitivo y en el plazo comprometido.

Para conseguir estos resultados debemos realizar dos actividades principales: Primero tenemos que partir de un estándar y mantenerlo, y después, mejorar esos estándares por medio de kaizen. De este modo mejoramos la calidad, reducimos el costo y satisfacemos al cliente en los plazos de entrega exigidos, sin grandes inversiones ni introducción de nuevas tecnologías.

En el gemba, el valor de satisfacer al cliente se agrega al producto o servicio que permite a la compañía sobrevivir y prosperar. Por esta razón, gemba debe de ser el lugar de todos los mejoramientos y también la fuente de toda información. Es por esto que la dirección, debe de mantener un estrecho contacto con la realidad, es decir, con lo que sucede en el gemba, con el fin de solucionar cualquier problema que allí surja.

La dirección debe de dejar de considerar al lugar real de trabajo como una fuente de fallos donde las cosas siempre salen mal y, por el contrario, asumir su responsabilidad en los fallos y proporcionar toda la ayuda necesaria para que se realice un mejor trabajo. Los gerentes deben escuchar a los operarios y aprender de ellos en el gemba con el fin de poder suministrar la ayuda apropiada.

Tres son las principales herramientas de trabajo más importantes para conseguir la mejora continua:
la estandarización, la eliminación del muda y la aplicación del Housekeeping o 5 S.

Cualquier persona, sea cual sea su formación es capaz de utilizar estos recursos, pero la dificultad radica en la autodisciplina para mantenerlas en el tiempo. De ahí que la cultura japonesa haya conseguido grandes resultados industriales, al tener esa capacidad de compromiso e involucrarse al máximo con sus tareas.