Lenguaje empresarial

Llevo 8 años trabajando (toda una vida). En diferentes empresas y en cada una de ellas, relacionándome a su vez, con otras empresas; ya fuera como cliente o como proveedor.

Cada empresa y su entorno tienen un lenguaje propio y característico. Me refiero no solo a los tecnicismos propios de un oficio, también hay ciertas palabras y expresiones que te chocan cuando comienzas en un nuevo empleo pero a las que poco a poco, te vas acostumbrando y hasta las incorporas a tu léxico habitual. Aunque, yo al menos, trato de no utilizarlas cuando estoy lejos de la fábrica.

Pero además, si se trata de una multinacional, en la que dentro hay muchos oficios o profesiones, cada uno de estos oficios tiene su jerga propia. En este caso, el nacimiento de este “idioma” si que está más relacionado con los tecnicismos propios del “gremio” dentro del cual te encuentres. Por hacer un símil, son como los diferentes dialectos derivados del castellano y que nos podemos encontrar al recorrer la geografía española.

Además, también nos pude pasar que aunque sepamos hablar castellano, no nos entendamos con un gallego o un catalán. Lo mismo que pasa dentro de una fábrica, muchas veces los idiomas que hablamos son totalmente diferentes dependiendo de que seas de fabricación, mantenimiento, calidad, geometría, logística, etc… y no quiero decir nada de si el interlocutor es el director, en este caso traspasamos la frontera y tocamos los idiomas internacionales.

También hay un hecho curioso y es que dependiendo de las relaciones comerciales de tu empresa, puedes pasar de ser mister a monsieur con un simple cambio de empleo.

Por lo tanto, la comunicación, que es un elemento fundamental para el buen funcionamiento cotidiano de cualquier negocio; ya tiene problemas desde lo más básico, el idioma en el que establecemos la comunicación. Solamente teniendo este factor en cuenta, sin ahondar más en el asunto, es imposible que una organización se comunique con éxito.