Voy a narrar unos acontecimientos que estoy viviendo ultimamente y qu me han hecho plantearme una serie de cuestiones sobre la incidencia de las personas (mandos) en el buen/mal funcionamiento de una factoría.
El viernes pasado me avisaron de que había un problema gravísimo de calidad; una tuerca de las que montamos en el proceso estaba quedando solapada con una chapa y esto impedía el montaje de los cinturones de seguridad. Según me avisaron por teléfono me dijeron que era un tema de máxima prioridad porque se estaban desviando vehículos incompletos y era un problema que iba a más; se estaban planteando incluso parar la fabricación.
Rápidamente y digo rápidamente porque fuí casi a la carrera me acerqué hasta el departamento de montaje para identificar realmente el problema y evaluar la gravedad del mismo. Mi sorpresa fue bastante grande, no había ningún coche desviado, nadie había hablado de parar la fabricación y al comentar el tema con el mando responsable del montaje del cinturón de seguridad me dijo: "no pasa nada, es cierto que hay un ligero solapamiento entre tuerca y chapa, pero no impide el montaje del cinturón. Hay algún caso en el que cuesta montarlo pero en todos los casos se asegura el par de apriete necesario".
Más tranquilo, y puesto que la situación no era tan crítica, me puse a estudiar el tema para intentar solucionarlo por si realmente surgían dificultades.
No contento con el "número" montado el viernes, la historia se volvió a repetir el sábado y hoy lunes otra vez. Llegando más lejos porque ya se ha visto involucrada toda la cadena de mando. (Lo cual muchas veces no es agradable). Pero para más inri, cuando hoy he realizado un par de acciones para corregir la geometría del ensamble. He tenido que aguantar la acusación de ser responsable de cargarme la fiabilidad porque he provocado un sinfín de paradas, he hecho que pierdan producción y encima la mitad de los puntos de soldadura se han desplazado y .............. Y todo porque se me ha ocurrido mover un milímetro en un útil de fabricación y para resolver "el problema más grave de toda la factoría". De verdad que es increible!!!!!.
Para nada quiero meterme con mi compañero, ante todo quiero decir que somos compañeros y es más, hasta nos llevamos bien. Cada uno tiene el caracter que tiene y realiza su trabajo lo mejor que sabe o puede. Quiero ir un poco más lejos. Y plantear varias cuestiones sobre un tema que no he investigado pero que a partir de ahora me obligará a buscar información. Me refiero a lo siguiente:
¿Existe algún método de evaluación de un problema?, quiero decir, un método objetivo que nos permita clasificar la gravedad de una anomalía en función de su incidencia. Este índice de gravedad nos permitiría priorizar y en último caso que los mandos intermedios se "autotranquilizaran".
Por otro lado ¿cómo es posible que dentro de la misma empresa pueda haber tantas diferencias entre el modo de trabajar de unos mandos y otros?. Teniendo en cuenta que el perfil que se busca para los mandos intermedios es muy similar y la formación interna que les capacita para el ejercicio de la profesión es la misma para todos.
Son cuestiones sobre las que habrá que ahondar un poco más.
lunes, 8 de octubre de 2007
Estilos de mando o liderazgo
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