El sistema de sugerencias como kaizen individual

En la actual industria del automóvil, el inicio de la unión de las diferentes piezas que constituyen la carrocería del vehículo se realiza por medio de remaches. El proceso de remachado es lento y costoso ya que requiere de una gran habilidad por parte del operario para cargar y colocar los remaches en la remachadora neumática manual. Además, las remachadoras requieren de un cierto mantenimiento periódico y también de un vaciado frecuente de los residuos del proceso de remachado. Para más inri, el remache es un elemento caro, según mis últimas informaciones su precio ronda los 0,03 € la unidad. Entonces, ¿dónde reside la ventaja de utilizar procesos de remachado en el comienzo de las uniones de los ensambles?. La respuesta tenemos que buscarla en la correcta geometría de los diferentes subconjuntos.

Los procesos de remachado nos aportan la ventaja de permitir la unión de diferentes chapas asegurando la geometría de la unión (siempre que el punzonado que va a alojar el remache esté bien hecho, claro está). Una vez que se ha realizado la unión inicial, podemos rigidizar este ensamble por medio de los tradicionales puntos de soldadura por resistencia.

Pero ¿y qué tiene que ver esto con kaizen?. Nada, salvo que hoy he realizado una sugerencia para eliminar 2 remaches en el proceso de ensamblado de un vehículo. Son 2 remaches que, a mi juicio, son completamente innecesarios ya que no realizan ninguna unión de piezas. Tan solo se colocan para tapar 2 taladros del punzonado. Mi sugerncia ha consistido en decir que se eliminen esos 2 taladros en el punzón para así poder suprimir los 2 remaches.

Además del tiempo de trabajo del vehículo que se vería reducido; si nos centramos simplemente en la cuestión económica, el ahorro puede ascender a unos 0,06 €/vehículo. Extrapolando a unos 100.000 vehículos que puede ser la producción media anual supone unos 6.000€. A lo largo de la vida útil del vehículo, si la estimamos en 7 ó 8 años (por tratarse de la zona de la base rodante); el ahorro asciende a 42.000€ o 48.000€, dependiendo de nuestra estimación. Lo cual para una factoría no representa mucho dinero pero que no deja de ser una pequeña aportación, realizada por un trabajador.

En cuanto a mis sensaciones, pues que puedo decir, estoy eufórico, con la autoestima por las nubes, con un orgullo de pertenencia desmedido y, en fin, siento todo aquello que dice Masaaki Imai cuando habla de las ventajas que un buen sisitema de sugerencias trae tanto a la compañía como al individuo. Espero que el departamento de ingeniería estudie el caso con presteza y se pueda llevar a efecto, tal y como me han comentado en las conversaciones previas.