Por diversas circunstancias, que no vienen al caso, el pasado fin de semana he tenido la oportunidad y el placer de conocer y conversar con el director de una pequeña-mediana empresa japonesa. Esta compañía se dedica al diseño, construcción, montaje y puesta a punto de maquinaría para aserraderos.
Su principal cobertura es el mercado nacional nipón aunque esporádicamente realizan incursiones en otros mercados como el chino, el ruso o el indonesio. También han trabajado en américa del sur, aunque no se han prodigado mucho por esas tierras.
Durante nuestra conversación, que se prolongó durante varias horas, tratamos muy diversos temas relacionados especialmente con el entorno industrial japonés y español, contrastando opiniones sobre las diferentes realidades socio-industriales de ambos paises.
Merece la pena destacar algunos pasajes de nuestro debate que recojo a continuación:
Toyota, después de la segunda guerra mundial no era nada y gracias a una estrategia acertada fíjate donde está ahora posicionada. Por este motivo "en Japón, todas las empresas tanto grandes como pequeñas tienen presentes lo que hace Toyota e intentan seguir sus pasos". Aunque en estos momentos, existe el rumor de que Toyota tiene ciertos problemas relacionados con el relevo generacional de sus ingenieros. Se encuentran en un momento que se han quedado prácticamente sin mandos con experiencia y, por el contrario, las nuevas incorporaciones no han adquirido aún la experiencia suficiente como para dirigir correctamente la compañía.
Como he mencionado anteriormente, en esta empresa se dedican a la fabricación de maquinaria para aserraderos. Este tipo de elementos, casi en su totalidad, se fabrican bajo pedido y siguiendo las instrucciones detalladas del cliente. Por eso, "el objetivo final es implantar un sistema que de plena satisfacción al cliente. La calidad es lo único que puede ofrecer una empresa". Estas afirmaciones me recordaron plenamente a lo que ha quedado recogido en post anteriores de este blog en los que se ha explicado la esencia de kaizen. Así que, lógicamente le pregunté si conocía kaizen.
Sse quedó con una gran cara de sorpresa porque no sabía a lo que me refería hasta que se le iluminó la cara y dijo algo así como: "Kaisen, kaissen, kaizsen" (con una especie de s silbante). Afirmando con la cabeza y una gran sonrisa dibujada en la cara dijo: "mejora, mejorar continuamente. Mucho más fácil de decir que de poner en práctica". En realidad, solamente participan de kaizen los mejores trabajadores, los más entrenados y experimentados y que tienen un gran nivel de compromiso con la empresa. Para participar en kaizen hay que estar convencidos de que las mejoras no sólo van a repercutir en la compañía sino que también tendrán su repercusión, generalmente positiva, sobre el propio trabajador.
miércoles, 22 de agosto de 2007
Kaisen, kaissen, kaizsen y el horizonte Toyota
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