El coche hinduista

A estas alturas raro es encontrar a alguien que no haya oido hablar del famoso Tata Nano, el coche de los 1.800 €, el "Auto del pueblo" o como quieran denominarlo. Yo lo llamaría el coche hinduista, o simplemente REVOLUCIÓN. Pero para no ser mal educados, vamos a empezar por el principio, por la presentación de la "criatura". Para que todos tengamos en mente al protagonista de estas líneas. Cortesía de Autoblog.

Dice la leyenda que sl sr. Tata decidió iniciar su actividad empresarial por el mil ochocientos y pico debido a que no le permitieron entrar en uno de los hoteles de lujo de la época. Entonces construyó el Hotel Taj Mahal de Bombay, con la intención de que fuera un hotel para indios. Desde entonces la actividad empresarial no ha parado de crecer; hasta tal punto que Tata representa más del 3% del PIB de la India y se compone de un centenar de compañías.

Hasta aquí nada anormal, podría ser una historia similar a la de cualquier otro holding. La diferencia radica en que al igual que en su origen, lo que guía a Tata no es la maximización de los beneficios. Su gestión se basa en los cuatro fines del hinduismo: kama (amor), arhta (trabajo y negocio), drama (sentido del deber) y moksha (liberación del dolor y de la ignorancia). Esto se traduciría en una gestión en torno a la integridad, conocimiento, calidad, unidad y responsabilidad. Y explicaría que dos terceras partes del capital del holding esté en manos de tres fundaciones de la familia que destinan todos sus beneficios a obras sociales para ayudar a los más desfavorecidos.

Con estos antecedentes, no es de extrañar que hayan desarrollado un proyecto de las características del Nano. Un utilitario muy pequeño, de escasa potencia (unos 33 CV) y austero, sin ningún tipo de lujo. Pero ¿qué se puede pedir por un precio de alrededor de 1.800 €?. Lo importante no son los detalles o el tamaño. Lo veraderamente importante es el concepto. Se trata de un coche social, un coche que pueda ser más o menos asequible (el tiempo lo dirá) para las economias domésticas hindúes. Es una apuesta para convertir lo que hasta ahora era un lujo al alcance de pocos, en una herramienta de transporte para el pueblo. Puede ayudar a que la India dé el paso definitivo a la era industrial.

En estos momentos, con un mercado en expansión de más de 1.100 millones de personas, es fundamental el buscar un buen posicionamiento. Y frente a otros constructores que se están instalando allí, Tata ha realizado una jugada maestra; que habrá que seguir de cerca para ver las consecuencias futuras. Deberemos de estar pendientes de cómo afecta a la evolución del precio del petroleo una demanado tan elevada como se supone y más o menos repentina. También es muy probable, que se vean afectadas las políticas comerciales del resto de fabricantes de automóviles.

Es dificil que veamos el Nano por Europa, al menos a ese precio. Habría que adaptarlo a las normativas occidentales en materia de seguridad y medioambiente, principalmente. Pero, ¿cómo va a repercutir el crecimiento de Tata en los grandes mercados europeos y americanos?. Es muy probable que la compañía India, sustentándose en las ventas del Nano y en la red comercial que actualmente ya posee, intente cambiar el panorama comercial automovilístico tal y como lo conocemos actualmente. En cualquier caso, creo que para los usuarios particulares se nos abrirá un nuevo abanico de posibilidades, como consecuencia del desarrollo de estos coches low-cost o coches sociales.