miércoles, 13 de febrero de 2008

Coste social del automóvil


Actualmente podemos afirmar que: ¿el automóvil es rentable para la sociedad humana?. Cualquiera que analice esta cuestión, se encontrará con la dificultad o más bien la imposibilidad de cuantificar el factor humano. Por tanto la respuesta sería parcial.

Si reformulamos la cuestión desde el punto de vista del automóvil, esta podría quedar así: ¿es el beneficio económico procedente de la fabricación y utilización de los automóviles, al menos igual al coste de realización de las infraestructuras, más los costes medioambientales, más el coste humano de los accidentes relacionados con el automóvil?. Es el último punto el que desequilibra la balanza y dificulta el cálculo.No sólo una vida no tiene valor económico sino que es, a menudo, el propio automovilista quien fija, con su comportamiento, el precio de las vidas sesgadas o mutiladas.

Dada la imposibilidad de afrontar la ecuación en un lenguaje económico, debemos afrontarla bajo el punto de vista humano y afirmar que: en ningún caso el automóvil debe ser más homicida que útil. En este sentido, todos aquellos que disfrutamos de un automóvil estamos en el mismo tren cualquiera que sea nuestra riqueza o nuestro lugar de residencia.

La inmensa mayoría de los seres humanos convertimos al automóvil en una herramienta a la par que en un objeto de deseo. Esta dualidad proviene de un hecho objetivo: el intercambio es un valor y el desplazamiento lo permite. También hay que tener en cuenta un rasgo del ser humano: nuestra sed de movilidad.Siempre y en todas partes, la posibilidad de desplazarse libremente es una condición esencial de la libertad individual. El esclavo o el siervo, se definen como aquel que está unido a su tierra y que no tiene derecho a abandonarla por su propia voluntad. Del mismo modo, el control de los desplazamientos permite a los regímenes totalitarios ejercer su autoridad.Herramienta y objeto de deseo, es lo que el coche representa en todas partes; lo que cambia es su valor utilitario así como la intensidad de la expresión del deseo que despierta.

5 Comments:

elhectron said...

El sentido común es de todos los sentidos humanos el menos común.
¿Soy un adelantado a mi tiempo? o ¿es que estamos tontos?
Creo que no tiene mucho mérito vaticinar que el mundo del automóvil dará un giro significativo.
El petróleo toca a su fin y todos lo sabemos, pero las cosas no cambian.
Las emisiones a la atmósfera por combustión de minerales fósiles es fatal, pero nada.
El calculador electrónico de la inyección del motor velará algún día obligatoriamente, por el rendimiento máximo en consumo y emisiones frente a potencia y velocidad y no a la inversa.

Cualquier coche de gama media alcanza hoy en día los 180-200 Km/h
cuando la velocidad máxima legal que se puede alcanzar en este pais es de 120.
No pasará mucho tiempo para que, obligatoriamente, los coches lleven una limitación de velocidad.
Es más, poco después, será para todos algo tan normal y coherente como 'no fumar en un hospital' o 'no conducir bebido'.
A veces pienso que pasaremos a la historia y que otras generaciones nos tacharán de 'bárbaros', de dejar que muera gente por algo tan evidente, de malos gestores de la energía y derrochadores de recursos limitados.

Lo que no cambiará es que los automóviles seguirán siendo una pieza fundamental de la economía.

elhectron said...

Deja de pensar tanto que te va a subir la fiebre

Senior Manager said...

El automóvil no es más que un símbolo de expresión de la necesidad de libertad que tienen los hombres, del deseo de conquista y del deseo de movilidad que nos motiva y que evita que seamos estáticos.
El automóvil no morirá ni quedará en el olvido, ni será relacionado al barbarismo, simplemente mutará en otro medio de transporte acorde a cada época y a la tecnología de turno, pero siempre estará allí...

Ekaizen said...

@elhectron: bienvenido a mi "humilde morada". Esperamos verte con frecuencia por aquí y leer tus opiniones.
Creo que tienes razón en muchos de los argumentos que expones. Particularmente estoy de acuerdo en que los coches deberían de salir de serie con la velocidad limitada. Todo lo potentes que uno quiera pero para acelerar hasta 120. Además, con los adelantos técnicos que hay actualmente, debería haber un limitador de la velocidad en sintonía con el GPS, de modo que no se permitieran siempre los 120 Km/h lo que tiene que primar es la seguridad. Tanto de las personas como del medioambiente.
Por cierto, ¿cuándo vas a liberalizar tus blog?. Nos vemos.
Un saludo.

@Senior: cierto es que el movimiento nos empuja a evolucionar. Y por tanto el automóvil también evolucionará y parece lógico pensar que la evolución irá encaminada, fundamentalmente, a temas de seguridad y de respeto al medioambiente. Pero el automóvil no dejará de existir, simplemente lo reinventaremos.
Saludos

mpiryko said...

Los cuchillos, ni son buenos ni malos, pero una cocinera sin cuchillos sería un desastre.
Pero los cuchillos cometen asesinatos. Entonces, ¿los cuchillos deben evolucionar?
No, es el hombre el que utiliza el instrumento, el que evoluciona. Un cuchillo, ni si quiera es un objeto, es una función.
Yo veo dos errores, la publicidad como libertad y como complemento bruto-(200 innecesarios caballos o 2500 Kg de peso.
¡Salud!

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