domingo, 9 de marzo de 2008

Este metro no mide bien

Para plantearos el tercero de los retos de Pensando en kaizen, voy a servirme de una pequeña historia:

Como cada día, Aurelio y su aprendiz estaban trabajando en su carpintería. Tenían mucho trabajo urgente que hacer, Dª Marisol ya había reclamado 3 veces la mesa que tenía pagada y habían quedado en entregarla para el día siguiente. Por tanto, la jornada de hoy sería intensa.

Ramón, por favor, tráeme mi metro que no lo encuentro y tengo que medir las diagonales de esta mesa - dijo Aurelio a su aprendiz. Ramón abrió el cajón donde se guardaba el metro, pero no estaba en su lugar habitual. Comenzó a buscarlo por todo el taller pero no lo encontraba y mientras tanto, Aurelio, se iba poniendo nervios: Pero chico, que pasa con ese metro que no llega - gritó Aurelio.

Lo siento maestro, pero no lo encuentro. Entonces Aurelio, con paso decidido se dirigió hacia el mismo cajón y sorprendido, vió que no estaba su metro de carpintero. Juntos volvieron a buscar por toda la carpintería, pero fracasaron en su esfuerzo.

Ramón, puesto que no podemos perder tiempo con este trabajo, haz el favor de acercarte a la ferretería y comprar un metro de carpintero - dijo Aurelio.

Al minuto, contestó Ramón. Y salió como una exhalación hacia la tienda de herramientas.

Buenos días, dijo. Querría un metro de carpintero, hemos perdido el nuestro - dijo Ramón al tendero.

Lo siento chico, esos metros no se fabrican desde hace muchos años, tendrás que llevarte uno de estos, un flexómetro, son mucho más modernos y fiables que esa antigualla que me pides - contestó el tendero.

Está bien - dijo Ramón - si no queda más remedio me tendré que llevar uno de estos, pero al maestro no creo que le guste. Siempre ha utilizado su metro de carpintero.

Ramón, no muy convencido, cogió el flexómetro y se dirigió de nuevo hacia el taller. Sabiendo que el cambio no le iba a sentar nada bien a Aurelio, puesto que era demasiado tradicionalista y cerrado a las innovaciones, por pequeñas que estas fueran.

Aurelio, ya traigo el nuevo metro - dijo Ramón.

Está bien, vamos a medir las diagonales de la mesa, que Dª Marisol nos apremia con su trabajo. ¿Pero qué es esto?, ¿por qué no has traido un metro de carpintero de los de toda la vida?. Dejame ver, pero si además te han engañado, no ves que esta uña de adelante se mueve, este metro está roto y no nos sirve. Acércate a que te lo descambien por otro, por favor. Y date prisa.

Sin perder ni un minuto, Ramón salió corriendo y le contó el problema al ferretero. Al oirlo, este empezó a reirse a carcajadas.

¿De qué se reía el ferretero?.

9 Comments:

mpiryko said...

El carpintero, que si sabe del problema de talonaje, no conocía la forma de resolverle que usa el flexómetro.

En cualquier caso, todos los contadores eléctricos con mas de 10 años, leen de mas por lo que debemos de solicitar que los validen (ITV) o que los sustituyan.
Eso, ya no le hace tanta gracia al ferretero.
Finalmente un chiste:
¡Las plomadas de ahora, ya no funcionan como las de antes!

Anónimo said...

Supongo que se reía, por lo del movimiento de la uña en el flexómetro y relacionarlo con un defecto o rotura.
No sé como serían los de antes, pero creo que los de hoy en día estarían mal ingeniados si no hubiera un leve movimiento de la uña de fijación, para asegurar en algunas ocasiones librar algún milímetro de grosor de un canto exterior, que nos podría fastidiar alguna medida exacta.

Aunque puede haber también varias respuestas ¿se reía porque era de alta calidad Würth, y el carpintero no entiendía de calidades?...¿se reía porque el empleado tenía voz de pito?

Yo me tiro por la opción;
risa del ferretero en relación a la rotura en la uña de sujección por su movimiento.

Ekaizen said...

Vaya, vaya, hace un rato que he colgado la entrada y ya tengo 2 comentarios. Sois unos fenómenos o las elecciones ya os tienen hasta el gorro y estabais pendientes del reader.
Tendremos que esperar un poco.

Saludos mientras tanto.

Senior Manager said...

El utensilio más corriente para medir longitudes y aún en uso en muchos talleres y fábricas es el metro de carpintero, fabricado en madera con articulaciones. Cuando trabajamos con madera es normal que el carpintero los use. No obstante, los metros enrollables y de bolsillo han desplazado en la actualidad al metro de carpintero, por ser más fiables y precisos. Gracias a su perfil abombado, se puede trabajar con una precisión de milímetros, pero cuando trabajamos con metales o plásticos, la precisión puede ser de décimas o centésimas de milímetro. Para esta tarea utilizaremos una galga corredera que dispone de una escala en milímetros en 10 ó 20 partes, llegando a una precisión de 0.1 ó 0.05 mm. Esta galga corredera es lo que el carpintero identificó como "una uña rota" y era de lo que se reía el ferretero...de la ignorancia.

Anónimo said...

Entiendo que la uña esta bien cuando se se mide desde un tramo recto, pero al medir desde una diagonal, esto es desde una esquina supongo yo que no sea tan fácil fijarlo

Anónimo said...

Copypastear, eso sí que es pensar en Kaizen.
Y si no que se lo digan a Ana Rosa Quintana.
http://personal.iddeo.es/javiarias/medicion.htm

Félix said...

La respuesta parece sencilla a primera vista, por lo que tengo curiosidad en saber cuál será la solución.

Silvia MV. said...

Félix, estos retos en los que nos hace caer kaizen, son dados a engacharte, pero reconozco que yo también estoy esperando la solución, para ver si mi respuesta era errada.

Ekaizen said...

La respuesta es sencilla, no espereis una gran sorpresa; era un reto bastante simple. Pero me resultaba curioso que muchos, entre los que me inclusyo, no supieramos utilizar un simple metro.
En cuanto pueda cuelgo la respuesta.
Saludos hasta entonces.

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