Adiós al Técnico, bienvenido el Manager

Hoy he cambiado de trabajo. No de empresa, pero sí de funciones. Dentro de la misma organización, he pasado por diferentes etapas y distintos puestos de trabajo.

A una primera etapa de manager en la que trabajé como responsable de una unidad de fabricación y mantenimiento. Le ha seguido una etapa de técnico de calidad, concretamente de geometría en diferentes vehículos, tanto a nivel de proyecto, para el lanzamiento de un nuevo modelo, como en la fase de vida serie. Pero esta etapa tocó a su fin el pasado viernes. Vuelvo a ser manager.

En cierto sentido es una vuelta a los orígenes, una vuelta al taller de fabricación. Vuelvo al gemba, que como ya sabéis es el verdadero lugar donde se desarrolla la acción; tanto para bien como para mal. Pero ahora regreso como responsable de todo el taller. Y es un taller complejo, porque está íntimamente relacionado con lo que nuestro cliente final, el comprador del vehículo, va a observar.

Ha llegado el momento de la verdad, de poner en práctica todo lo leído y reflexionado durante estos años: La calidad es lo primero, el resto es prácticamente una consecuencia. Mejora continua a todos los niveles, tanto de los puestos de trabajo, como de los procesos y de la propia organización. Poner en marcha talleres kaizen, 5S, eliminar despilfarros, estandarizar y mejorar los estándares, tratar de hacer reingeniería, robustecer los procesos. Y todo ello respetando y motivando en todo momento a las personas y contribuyendo a no dañar nuestro medio ambiente.

Es un gran reto este que me han propuesto, espero estar preparado y no defraudar ni a la organización, ni a aquellas personas que han depositado su confianza en mí.

Como dijo Churchill, lo único que puedo prometer es: sangre, sudor, lágrimas…y esfuerzo, que siempre se nos olvida.