lunes, 16 de junio de 2008

Blogueros en Acción: Unidos por la conciliación laboral


Mientras pensábamos que nuestros europarlamentarios estaban concentrados en buscar fórmulas para ayudar a los trabajadores de la UE a conciliar la vida laboral y la vida personal y nos preparábamos para un mundo lleno de empresas y empresarios comprometidos y conscientes de que la conciliación, la racionalización horaria y el tele-trabajo son la clave para construir una nueva sociedad más justa y más humana. Resulta que “sus señorías” estaban más bien fraguando un plan para acabar con la semana laboral legal de 35, 40 ó 48 horas, lo que en su día fue una de las mayores reivindicaciones sociales en este lado del mundo y que sigue siendo un derecho social consagrado por la Organización Internacional del Trabajo y el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.

Si los trabajadores europeos no actuamos de forma unida y no ejercemos algún tipo de acción conjunta de forma inmediata, es muy posible que dentro de poco, el límite de horas trabajadas se establezca legalmente en 60/65 horas a la semana… y no hay que sacar
muchas cuentas para saber lo que esta medida podría significar para nuestro merecido descanso de fin de semana y en definitiva para nuestra vida personal.

Debido a lo anterior y con la firme creencia de que podemos usar nuestros blogs para darle fuerza al mensaje, los siguientes blogueros: Ekaizen, Eric, Oscar H, Pedro Robledo (# 3) y Senior Manager. Nos sumamos a la campaña en contra del acuerdo de los ministros de trabajo europeos que aprobó elevar la jornada laboral semanal máxima hasta las 60/65 horas.


Pero no contentos con ello y preocupados por la pasividad con que la colectividad se ha tomado la noticia, hemos decidido también aunar esfuerzos para hacer algo a favor de todos los afectados por esta medida y que vaya mucho más allá de las consecuencias que pueda tener su implementación.

Nos hemos organizado en un proyecto conjunto que hemos denominado como: “Blogueros en Acción”, para difundir un mensaje de reflexión sobre la racionaliz
ación de los horarios laborales en España, siendo nuestra intención la de crear conciencia colectiva sobre las bondades de poder tener un horario de trabajo más acorde a los tiempos modernos y sobre todo más justo en términos de conciliación de nuestra vida familiar con nuestra vida laboral.

Nuestro primer paso, ha sido la elaboración conjunta de una serie de artículos relacionados al tema que publicaremos en nuestros respectivos blogs (al mismo tiempo), tal y como lo hemos hecho hoy. El objetivo principal es hacer que los españoles piensen y reflexionen sobre sus respectivos horarios de trabajo y sobre los componentes de la jornada laboral que evitan que podamos llevar una vida menos agitada y agobiante. Igualmente, queremos difundir nuestro humilde mensaje y extenderlo a través de la Web y otros medios para hacer saber a los organismos competentes en la materia, que los español
es estamos preocupados en conseguir reivindicaciones en ese sentido y que deseamos poder disfrutar de un horario laboral racionalizado y conciliador para todos los trabajadores.

Todos somos trabajadores

Parte de nuestro objetivo se basa en la colaboración y participación que esperamos de nuestros lectores y de la comunidad bloguera en general, para que se hagan eco del proyecto propagando y difundiendo los artículos que iremos publicando, ya sea enlazando los mismos o haciendo mención de la campaña en vuestros respectivos blogs o websites. La idea es la sumar a cada vez más gente y hacer notar nuestra preocupación en masa reclamando lo que nos parece justo de forma pasiva pero contundente, pues creemos que es posible remediar el problema con el esfuerzo unido de los empresarios, los sindicatos, los trabajadores (que somos nosotros) y el gobierno.


La historia de Luis, es la historia de cualquier trabajador de España

¡¡Bip bip bip bip!!

Son las 6:50 am y suena el despertador de Luis.

_¡ z#w€¬]*jk!

Maldice con voz ronca y entrecortada mientras estira el brazo para apagarlo haciendo presión en el botón indicado. Abre los ojos lentamente y nota como sus retinas se van acostumbrando poco a poco a la luz que entra por la ventana proveniente de la calle.

_(¡No he descansado nada!)

Piensa aún somnoliento mientras mira a su alrededor con la cabeza algo inclinada. Aún está decidiendo si levantarse o volver a tumbarse y dormir cinco minutos más. Incluso le pasa por la mente la tentadora idea de llamar al trabajo (más tarde) para decir que se encuentra mal de salud…. Al instante recuerda que ha llegado tarde dos veces este mes y que no puede permitirse una nueva falta.

_¡Ggrrr k¬#xk@z#w€¬]*jk!

Vuelve a maldecir al mismo tiempo que sale de debajo de las sábanas. Poco a poco para no despertar a Marta (su esposa), quién a pesar de tener la suerte de trabajar para una empresa que ha incluido un nuevo programa de conciliación laboral, no ha podido evitar despertarse al sonar la alarma. Marta hace un esfuerzo por seguir durmiendo unos minutos más antes de ocuparse de preparar a la pequeña Isabel para ir al colegio. Aunque está resignada a no poder conseguirlo, pues desde el primer momento en que escuchó el monótono pero familiar sonido del despertador, supo muy adentro de sí que no podría dormir ni un minuto más.

Finalmente, Luis logra incorporarse y termina colocando ambos pies sobre el parquet de la habitación.

_¿Estás despierta cariño?

Dice Luis sin mirar a Marta en voz muy baja y usando (sin querer) ese peculiar tono “post sueño” que tenemos la mayoría de los humanos al acabar de despertarnos. Era probable que Marta también se hubiera despertado, ya que le pareció que el despertador sonó demasiado fuerte esta mañana (¿O tal vez fue una sensación?).

_(Silencio)

Pues Marta decide no responder engañándose ella misma al pensar que podrá dormir un poco más.

La cabeza de Luis todavía da vueltas y además presenta un ligero dolor en la región occipital, debido seguramente a la falta de sueño (piensa entre nubes). Es miércoles y lleva ya dos noches acostándose después de la 1:00 am. El lunes vinieron los padres de Marta a cenar y entre una cosa y otra se fueron a la cama casi a las 2:00 am. Realmente disfrutó de la velada, pues es de los pocos que se lleva bien con sus suegros. La noche anterior estuvo primero jugando con Isabel y ayudándola a hacer los deberes, luego Marta le pidió revisar la declaración de renta, pues este año tocaba “a devolver”, así que quería enviarla al día siguiente.

Después de pasar casi 45 minutos concentrado en la declaración, comenzó a darse cuenta de que su mente estaba cansada, pero por alguna razón el sueño no llegaba, tal vez por la abundante cena o las distracciones que de alguna forma espabilaron su cabeza. Así que no pudo evitar quedarse mirando la televisión hasta la 1:30 am, hora en que terminó la película según la programación regular de un conocido canal local. En realidad nunca ha tenido la costumbre de trasnocharse, pero esa película le trajo recuerdos de su infancia y no pudo resistir hasta ver el final de la trama.

_(Ya podrían acabar estas “pelis” más temprano)

Piensa un poco, molesto consigo mismo por no poder conseguir irse más temprano a la cama y luego molesto con la programación local, que no considera para nada el horario de sueño de los trabajadores (normales) de este país, al alargar el horario de la programación “prime time” hasta la madrugada.

_(Bueno… Fue sólo una noche… hoy me acuesto temprano y se acabó)

Piensa convencido de si mismo mientras se dirige al baño para su acostumbrado, habitual y rutinario aseo matutino

Finalmente logra desemperezarse al entrar en la ducha… y al salir del baño y comenzar a vestirse, se siente algo más animado.

Es probable que Luis nunca haya cuestionado (al menos conscientemente) su obsoleto horario de trabajo, pues ha sido el horario “de toda la vida” de los españoles. Ese que también cumplieron sus padres y sus abuelos sin chistar. Pero ahora Luis comprende que las cosas han cambiado y que el mundo está girando a un ritmo diferente, un ritmo al que España le ha costado seguir, pero al que tendrá que adaptarse si quiere seguir conservando su estatus de país desarrollado.

Es muy posible que si Luis terminase más temprano de trabajar, en días como este, tal vez pudiera dormir un par de horas antes de la cena y así recuperar las horas de sueño perdidas en la noche anterior, independientemente de la causa. Lamentablemente, Luís trabaja en una empresa española enclavada en lo tradicional, en donde siguen utilizando dos horas para comer (cuando él ha comprobado que puede hacerlo en 45 minutos) y en donde está mal visto que un empleado se retire de la empresa antes de las 7:00 pm cuando el horario oficial es hasta las 5:30 pm. Lo peor de todo (y esto Luis no lo sabe), es que la productividad sería la misma retirándose antes o después de su hora.

Mientras conduce su coche atravesando la ciudad y ralentizando en los atascos habituales, se pregunta cómo es posible que en algunos países la gente almuerce a las 12:00 pm y luego cenen alrededor de las 7:00 pm.

_(Eso no es normal)

Piensa Luis con la vista fija en el pavimento mientras espera que cambie la luz en el último semáforo que lo separa del parking de la oficina. No puede evitar mover la cabeza de forma inconsciente en señal de negación y al mismo tiempo fruncir el ceño en una mueca total de desaprobación. Lo que en alguna forma divierte a la conductora sentada al volante del coche de al lado, quién estuvo mirando furtivamente a Luís con expresión curiosa mientras éste negaba con la cabeza.

_(¡Yo no podría comer a las doce!)

Sigue pensando Luis, pero esta vez no muy convencido de sus pensamientos, pues es un hombre inteligente y en el fondo sabe que si podría comer a las 12:00 sin problemas, pues las dos veces que vinieron los clientes alemanes a visitar las oficinas, él los acompañó junto con su jefe (por saber inglés), a ese restaurante de arroces y mariscos que tanto le gusta y en el que comió tan a gusto sin pensar en la hora, pues apenas le sirvieron el plato su estómago reaccionó en función del vacío que tenía a esa hora. Eso si, en ambas oportunidades sintió la necesidad de engañar al estómago con un croissant dulce precisamente alrededor de las 7:00 pm (justo cuando salía de la oficina), pues ya no aguantaba el hambre.

Una vez en la oficina. Ni siquiera un café muy cargado hará efecto en la capacidad de concentración de Luis, quién seguramente mantendrá una espesura de pensamiento hasta bien entrada la mañana, la cual es probable que continúe durante el resto de la jornada.

El caso de Luis se repite como un clon para muchos otros españoles que llevan un ritmo de vida similar. En realidad la culpa es compartida. Por un lado las empresas españolas tradicionales aún no entienden que los mercados, la sociedad y la gente están cambiando y adaptándose cada vez más al ritmo empresarial y laboral que rige al mundo moderno y que está dictando las tendencias actuales en materia de horarios. Y por el otro lado, Luis sigue arraigado en su tradicional forma de ver las cosas trasmitida de generación en generación, en donde aún quedan aspectos culturales que le resultan difíciles de acomodar o de replantear y en los debe poner de su parte para conseguirlo.

Pero Luis tiene ahora una ventaja, y es que a Marta (su esposa), quien trabaja desde hace dos años en una multinacional norteamericana, le han propuesto apuntarse (desde hace ya dos meses) en un programa piloto para madres trabajadoras de la empresa, en donde tendrá la oportunidad (y la gran ventaja) de poder trabajar desde casa (o desde donde lo desee) tres de los cinco días de la semana, de forma de que pueda conciliar su vida familiar con la laboral. No obstante, hay una nueva preocupación que ahora ocupa la mente de Luis, y es que se ha enterado por un compañero de la oficina, que los eurodiputados piensan aprobar una normativa europea en donde el límite de horas trabajadas se establezca legalmente en 60/65 horas a la semana…

_ ¡Dios mío…! No me digas

Exclama Luis al enterarse de la noticia, más por el uso extendido de la expresión que por ser religioso. Sabe que algo así podría haber sucedido en alguna república bananera o en algún régimen dictatorial, pero en pleno siglo XXI y en Europa, ya pasa de lo inimaginable… Luis comienza a marcar los números del móvil de Marta, es una noticia que no puede esperar…

CONTINUARÁ…

5 Comments:

Jose Martín said...

¿En qué consiste la iniciativa?
"Todos somos trabajadores", pero hemos profesionalizado, y delegado por completo, la defensa de nuestros derechos, como lo hemos hecho a nivel cívico.
¿Crees que una iniciativa bloguera es una respuesta acertada a la imposición del aumento de la jornada laboral?
Mejor un kaizen, ¡una huelga general!

Senior Manager said...

José Martín:
Opino que si es la respuesta más acertada que podemos dar desde nuestros blogs dadas las circunstancias. No hay nada más poderoso que la palabra, ya sea escrita o de viva voz, en este caso seguro que mucha gente ni sabía de este tema y por otro lado otros al vernos organizamos seguro se sumarán, la idea es que muchas gente lo exponga para ver si se dan cuenta de nuestra preocupación, así que mi respuesta a tu pregunta es que si, pues cualquier cosa que se haga ya es importante. De hecho tu comentario ya es importante pues es una reacción a lo expuesto en el post que te hará pensar y reflexionar y hasta es posible que lo menciones y difundas sin apenas darte cuenta. Bueno, gracias igualmente por participar, con lo que has expuesto ya has hecho mucho.
SM.

Ekaizen said...

Buenas Jose, como buen reivindicador que eres, estarás de acuerdo conmigo en que lo importante es moverse.
A nosotros se nos ha ocurrido la idea de protestar por medio del blog, porque consideramos que es un medio con el que podemos llegar a mucha gente.
Ya iras viendo, en sucesivos post en qué consiste la iniciativa, pero te puedo adelantar que la conciliación es posible, incluso aumentar la productividad sin aumentar la presencia.
¿Por qué no te unes a nosotros y extiendes esta campaña?, nos puedes enlazar y comentárselo a tus amigos sindicales.
Un saludo y hasta pronto, creo que hasta dentro de un mes, más o menos.

Anónimo said...

Me parece totalmente inviable la jornada de 60-65 horas... más bien creería y podría ver como una forma de flexibilación provechosa tanto para empresa como empleados, la posibilidad de que la jornada laboral de 35,37,5 o siguen siendo 40?? se inserte en un espacio de 60-65 horas?? Me explico... Si hay que llevar al niño a las 9,30 al colegio... a lo mejor es bueno quedarse a trabajar el martes por la tarde... sería cuestión de organizar un poco mejor las cosas

Anónimo said...

Hola, entiendo vuestras dudas pero hay algo que no entiendo: Si aumentamos la jornada laboral a 60h/sem pero tenemos una limitación de X horas anuales determinadas por convenio, entiendo que estamos apostando por una mayor flexibilidad por que las horas anuales no las han aumentado. Van a seguir siendo las mismas horas anuales pero con la posibilidad de compactarlas mas en una semana que en otra, y esta compactació puede ir a petición del empresario o del propio trabajador, no? Corregidme si me equivoco.

© New Blogger Templates | Webtalks