martes, 28 de octubre de 2008

Premio a la excelencia


Hoy me gustaría dedicar unos minutos a hablar sobre la excelencia. Es un témino que a mi gusto, se escucha en demasía. A todos se nos llena la boca hablando de la excelencia empresarial, como si este término fuera la panacea hacia el más rotundo de los éxitos. A mi modo de entender al abusar del término estamos haciendo que el mismo pierda su significado, lo banalizamos.

La RAE define los téminos de la siguente manera:

excelente.

1. adj. Que sobresale en bondad, mérito o estimación.


excelencia.

1. f. Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo.


Por tanto, según la definición anterior, no deberíamos hablar de la excelencia con mucha asiduidad, porque haría que se perdiera el aprecio o la estimación de esa característica "excelente". Por medio de esta introducción, he tratado de acercarme al punto que realmente quiero tratar; el reconocimiento de EXCELENTE para uno de vuestros colaboradores. Es lógico pensar que un trabajador excelente reúna una serie de valores y características poco comunes pero que a su vez, deben de servir como ejemplo para el resto de compañeros.

Una frase que leí hace algún tiempo, no recuerdo donde, recoje gran parte de los valores que a mi modo de ver debe poseer un colaborador para que adquiera la característica de excelente:

"Quien quiere hacer algo, encuentra el medio. Quien no quiero hacerlo, encuentra una excusa".

¿Cuáles considerais que son las características que debe reunir un colaborador para que se le pueda considerar excelente?.

Podemos empezar por enumerar algunas características, no más de 5, pero espero completar una larga lista con vuestras aportaciones:

- Compromiso.

- Seriedad.

- Autonomía.

- Orden.

- Rigor.


4 Comments:

Anónimo said...

Creatividad
Iniciativa
Inteligencia Emocional (de la otra tampoco viene mal)

Me ha gustado leer tu artículo. Coincido contigo en que estamos devaluando la palabra "excelencia". Pasa un poco lo mismo con "talento". Parece que todas las empresas lo tienen a raudales así que lo mío debe ser mala suerte porque me cuesta un montón encontralo.

JM

Ekaizen said...

Me pasa lo mismo, siempre ando a la caza de lo excelente y el talento. Y con lo que abunda, también es mala suerte que precisamente a mi, se me haga tan dificil enconrarlo.

Aunque hay que decir que haberlo, haylo.

Un saludo

Anónimo said...

Pero tanta excelencia, tanto afán de virtuosismo... no puede ser perjudicial? Me refiero a que la primera excelencia la debemos buscar en el espejo y si no la encontramos...

Anónimo said...

Es que la excelencia al final me da la impresión que es algo mucho más natural de lo que imaginamos. Me explico, es probable que la encontremos en un sitio donde no se percaten de ella y uno que trata de instrumentarla con pautas de actuación y demás historias, no lo coniga

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