Muy a mi pesar; en la mayoría de las empresas que conozco y se relacionan con kaizen. No hacen la misma interpretación que yo, ni tan siquiera coinciden con Masaaki Imai. No lo entienden como un sistema productivo o como una filosofía de trabajo que engloba y amalgama un enorme grupo de herramientas diferentes. Herramientas tan dispares que van desde la automatización y la robótica hasta el Mantenimiento Productivo Total (TPM) y la estandarización.
No creen en kaizen como filosofía de mejora que debe de interiorizarse a todos los niveles dentro de la compañía, hasta convertirse en una necesidad. Se debe de sentir la necesidad de trabajar mejor para avanzar y caminar hacia adelante. Al contrario, emplean una versión minimizada de kaizen. Se queda en un simple método o en una herramienta. Y por esto es muy común oir hablar del método kaizen, el punto kaizen o el taller kaizen. Y limitan el estado de ánimo de mejorar en el trabajo, a la duración del taller kaizen.
Por lo que he podido leer parece que este tipo de prácticas se inició en Nissan Motor Company e inicialmente se trasladó a sus proveedores. Para desde allí ir extendiéndose a más y más compañías. En Nissan debieron de desarrollar un método para aplicar kaizen en 2 días. Actualmente, también he oido hablar de talleres kaizen de una semana de duración e incluso puntos kaizen de 2 horas; para acciones rápidas de mejora.
Los distintos métodos que tratan de encorsetar a kaizen, en el sentido amplio, se basan en seguir una serie de impresos que vienen a ser unos simples check list que van guiando a los participantes en la revisión de diferentes items. Básicamente los distintos pasos que constituyen los métodos kaizen, independientemente de su duración son:
- Presentación de un puesto de trabajo con problemas reconocidos (sin problemas no hay soluciones).
- Observación del puesto para encontrar los distintos tipos de despilfarros (ya comentaré en posteriores entradas sobre este tema).
- Proposición de diferentes estrategias de mejora.
- Realización de ensayos para constatar las mejoras.
- Puesta en práctica de las medidas definitivas.
- Cuantificación de las mejoras (en el caso de que sean cuantificables).
- Revisión de los estándares de trabajo.
miércoles, 16 de enero de 2008
Método kaizen
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5 Comments:
Me encanta el título de tu blog. "aplicar la filosofía kaizen a la vida real". Es decir, mejora continua no sólo en los procesos sino en todo lo que hacemos, entiendo. ¿Cómo aplicar la filosofía kaizen al desarrollo personal de cada uno? ¿Tiene sentido?
Gracias Félix, supongo que si tiene sentido, pero cada uno tiene que buscar su propia forma de mejorar. No hay una receta infalible, ya me gustaría disponer de ella.
Lo único que puedeo decir es que si hacemos nuestro el hábito de intentar mejorar día a día en lo profesional y en los procesos que nos rodean. Conseguiremos acostumbrarnos tanta a intentar mejorar que deberíamos también, mejorar en nuestro desarrollo personal.
Un saludo.
Bueno, el método no lo es todo. Hay cosas que son fundamentales y otros que usan fundas mentales. Como casi todo en éste mundo.
A veces, hay que plantearse las palabras, los sonidos, los conceptos, la lógica y el procedimiento, todo, muy molesto.
Al final, la duda es una buena herramienta, pero para un celoso, un paranoide se vuelven obsesión.
Entre la funda mental (separado) y la obsesión siempre hay un universo entero por recorrer.
Yo a veces me paso con una sola pregunta ¿es idóneo? Y casi siempre es no.
¡Salud!
En relación con lo de 'no lo entienden como un sistema productivo o como una filosofía de trabajo que engloba y amalgama un enorme grupo de herramientas diferentes' siempre ocurre igual: en la empresa, muchos 'enamorados' de teorías, tendencias y métodos novedosos se limitan a aplicarlas sin haber invertido tiempo y dinero en adaptarlas a la cultura de la empresa; suelen terminar haciendo un 'corta y pega' que, en la mayoría de los casos, está abocado al fracaso o a manifestar limitadas ventajas. La oportunidad perdida, habría que decir.
@micro: creo que es mejor "forzar" la mejora aunque sea metiéndola con calzador, en algún tipo de método. Que no haber ningún tipo de mejora.
Estoy muy de acuerdo contigo en lo que dices de la duda y el celoso o el paranoide. Todo tiene que ir en su justa medida.
@amalgamas: tienes gran parte de razón; a lo largo de mi experiencia profesional han sido muchas (y más que vendrán) las diferentes herramientas que se han propuesto en los talleres de fabricación. Me maravilla la ligereza con la que se implantan y también la ligereza con la que se sustituyen. Si de verdad se cree en alguna herramienta debe estudiarse mucho, muchísimo su aplicación y animar la implantación y el seguimiento de la misma. Es un camino dificil el llagar a que alguna de estas herramientas puedan madurar coherentemente.
Saludos.
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